La lactancia materna puede ahorrarte la futura ortodoncia de tu hijo.

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La Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) ha defendido los beneficios de la lactancia materna para el correcto desarrollo oral de los bebés, evitando así que en etapas posteriores de la vida se tenga que recurrir a la ortodoncia. Cuando el niño nace, el tamaño del maxilar superior es mayor que el inferior, y el inferior suele estar en posición más distal (retrasada) en relación al superior. La succión del pecho favorece que la mandíbula avance desde su posición distal con respecto al maxilar a una posición mesial, ya que se estimula la musculatura bucal. La lactancia tiene la fase de succión (el bebé sella el pezón con la boca) y ordenamiento (el bebé lleva la mandíbula hacia delante para sacar la leche, ya que la leche no sale por simple succión), explica el presidente de la Sociedad Española de Ortodoncia, Juan Carlos Pérez Varela, sobre los beneficios de la lactancia para evitar la ortodoncia.

Según Pérez Varela, se ha comprobado que los bebés que han tomado pecho tienen menos posibilidades de tener discrepancias en el tamaño de los maxilares que aquellos que fueron alimentados únicamente con biberón. Añade que la lactancia materna contribuye a evitar anomalías dentomaxilofaciales, maloclusiones dentales (sobre todo mordida abierta) y que tengan que llevar ortodoncia en el futuro.

Además, agrega que la lactancia materna, al promover un adecuado desarrollo de la musculatura oral, favorece la correcta función succión-deglución-respiración. Así, los bebés que han tomado solo biberón tienen mayor riesgo de deglución atípica, disfunción masticatoria, dificultades en la fonoarticulación del lenguaje, respiración oral, etcétera, asegura el presidente de la SEDO.

Otra de las ventajas de la lactancia materna sobre el desarrollo oral es que evita que se adquieran hábitos bucales perjudiciales para la cavidad oral, como chuparse el dedo o la tendencia a meterse cosas en la boca, ya que, cuanto más tiempo son alimentados por pecho, menos se chupan el dedo o recurren a chupetes, puesto que, en general, cubren sus necesidades de succión no nutritiva mediante la succión del pecho, argumenta Juan Carlos Pérez Varela.

Por otra parte, desde la Sociedad Española de Ortodoncia recuerdan que, especialmente cuando se da el pecho, hay que empezar las rutinas de higiene bucodental desde que aparecen las primeras piezas dentales, normalmente entre los 6 y los 9 meses, para prevenir la llamada caries del lactante.

La leche materna no es el origen de esas caries de la primera infancia, pero es fundamental que los dientes de los bebés queden limpios, especialmente al dormir, porque la leche tanto materna como artificial contienen azúcares que si se dejan ahí toda la noche pueden llegar a producir esas caries tan problemáticas. Como la lactancia suele darse a demanda, normalmente esto implica que se le dé el pecho también durante la noche, y sin limpiar la boca del bebé tras la toma nocturna. Es esa falta de higiene oral cuando el niño ya tiene piezas dentales lo que puede provocar las caries, no la lactancia materna, aclaran.

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